Miguel Ángel Cotto partió ayer para Los Ángeles. El triple campeón divisional acudirá a la pelea entre el mexicano Julio César Chávez, hijo (42-0-1, 30 nocauts), y Sebastian Zbik (30-0, 10 nocauts), por el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en manos del alemán, para estudiar una posible pelea con el azteca.
Cotto (36-2, 29 nocauts) además aprovechará el viaje para platicar con su promotor, Bob Arum, sobre la posibilidad de medirse a Chávez, hijo de la leyenda mexicana del mismo nombre, si el joven púgil vence a Zbik y se corona campeón.
“De ganar Julio César Chávez, hijo, estaremos sentándonos con la empresa (que lo promociona, Top Rank) y afinando los últimos detalles para que se dé el encuentro”, explicó Cotto durante una visita a El Nuevo Día anteayer.
Cotto conoce bien a Chávez, hijo. Ambos son promocionados por Top Rank, y el prospecto azteca peleó en la antesala de la megapelea del boricua con Manny Pacquiao, el 14 de noviembre de 2009 en Las Vegas.
En aquella ocasión, Chávez, hijo venció por decisión a Troy Rowland. El resultado posteriormente fue cambiado a combate nulo, luego que el ganador diera positivo a un diurético ilegal en los controles de dopaje poscombate.
“Lo he visto (pelear) muchas veces. Es muy buen boxeador”, estimó Miguel sobre su posible oponente futuro. “Mucha gente trata de compararlo con su papá. Yo creo que es muy buen boxeador, pero si tratas de compararlo con su papá, va a ser difícil que llegue a ese nivel”.
Cotto aseguró que el aumento de peso no afectará adversamente su desempeño sobre el cuadrilátero.
“Haremos los ajustes necesarios, los arreglos en todos los ámbitos, para no entrar en desventaja en ningún aspecto”, sostuvo el actual titular junior mediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Agregó que podrían solicitar que el encuentro se celebre en un peso intermedio entre las 160 libras -donde pelea Chávez- y las 154 libras, donde Miguel actualmente es campeón.
“Son cosas que hablaremos y negociaremos cuando llegue su momento”, indicó Miguel. “Pero falta mucho para eso. Primero Chávez (hijo) tiene que ganar el sábado. De aquí a allá veremos a ver cómo serán las cosas. No nos hemos vuelto a topar con Bob, pero hablaremos esta semana. Luego de la pelea, tenemos pautada una reunión”.
Lejos de la fama y los millones de dólares que puede significar ganarle al mexicano, Cotto sostuvo que su motivación en ese combate sería otra.
“Lo único atractivo que tiene esa pelea para nosotros es el ser campeón en una cuarta división, cosa que ningún puertorriqueño antes lo ha podido realizar. Ese es el gran atractivo que nos envuelve en esa pelea”, indicó Cotto sobre la motivación para invadir las 160 libras.
“Es una meta, pero con eso no quiero decir que soy o que seré el mejor boxeador puertorriqueño (de todos los tiempos). Yo seguiré siendo Miguel Cotto, y el público será quien dirá en qué posición (histórica) voy a estar”.
El Nuevo Día
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