Lazarte sufrió para dar el peso


En el pesaje de esta mañana, Luis Lazarte se vio excedido un kilo para dar la categoría pactada para pelear esta noche, contra el mexicano Ulises Solís, donde tratará de defender su título minimosca de la FIB por tercera vez. Luego de casi dos horas de sauna, pudo dar el peso y se presentará al combate que tiene como marco el estadio del Club Once Unidos de Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina

En el ingreso a la sala del hotel 15 de Diciembre para el pesaje de la pelea por el título minimosca FIB, el clima era tenso. El campeón Luis Lazarte, muy preocupado, le susurró a su esposa Gabriela, “estoy pasado”. El retador mexicano, Ulises Solís, miraba de reojo, desconfiado. Cuando el veedor Aníbal Miramontes llamó a subirse a la balanza, Archie dio 49 kilos, en el límite.

Cuando el Mosquito pisó la báscula, lo realidad golpeó a todos: 50, uno arriba de lo permitido. Más desorientado que antes, ante la incredulidad del promotor Osvaldo Rivero, el campeón recibió la orden de su entrenador Fernando Sosa: “Al sauna, a perder peso”. Dos horas después, algo deshidratado, otra vez al control y el “vamos campeón” sonó para certificar que hoy, a la medianoche (va por TyC Sports), hay pelea en el Once Unidos.

El combate suma otro episodio más en este novelón mal barajado. Todo comenzó cuando el 18 de diciembre pasado los jurados, en un fallo inexplicable, vieron empate entre Lazarte y Solís, en una accidentada pelea que merecía descalificación del argentino por una mordida y por constantes golpes antirreglamentarios. Y boxeando, el mexicano también había sido el ganador. Desde entonces, Archie Solís prometió no volver a pelear en la Argentina. La FIB tomó nota del papelón y decidió que haya revancha obligatoria. La licitación la ganó Rivero con el apoyo económico de Pablo Moyano, hijo de Hugo y Secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones.

Durante cuatro meses cruzaron acusaciones de robo, malas artes y mariconeos. Y el pesaje sumó otro curioso capítulo. Muchos creían que Lazarte no vencería a la balanza en el segundo intento. Y que si lo daba, hoy no estaría entero en el ring. Habrá que ver cómo se recupera físicamente y qué puede hacer ante un adversario como el tapatío, que en el primer choque lo dominó por mayor velocidad y recursos.

Arbitro será el chicano Benny Esteves, así que podrá comunicarse en castellano (Max Parker, en la primera pelea, fue incapaz de hacerse entender). Dos encargados de las tarjetas son made in USA: Steve Weisfeld y Denny Nelson; el tercero, Nelson Vásquez, es puertorriqueño.

Olé

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