Con la máxima autoridad de sus puños. Así, Humberto "La Zorrita" Soto se llevó la victoria para mantener su título de peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo ante el japonés Motoki Sasaki por decisión técnica, en una pelea que se detuvo en el asalto 11, debido a que Soto se lesionó la rodilla derecha.
Desde el primer asalto Humberto Soto (56-7-2, 32 KO) se lanzó decidido a buscar el nocaut. A los primeros segundo brindó una serie de golpes al japonés. El público acompañó cada golpe con el grito de “¡Zorrita, Zorrita!”.
Para el siguiente asalto, el mochiteco imprimió más velocidad a su combinación de golpes ante un apabullado Sasaki (36-4-1, 23 KO), quien presentó cortes en su rostro.
En el tercer round, Soto tuvo un pequeño susto al visitar la lona, pero fue consecuencia de un empujón de su contrincante. Una vez concentrado de nuevo en el combate, atacó a la zona blanda de Sasaki.
La gente se mostró eufórica con los ataques de su campeón y nunca bajó los ánimos, ni siquiera en los descansos entre cada asalto. Para el cuarto round, el japonés recurrió a los agarres y cabezazos. Los tres jueces dieron a conocer sus tarjetas a favor del mexicano.
La Zorrita se vio concentrado en su planeación de pelea, ante un limitado japonés que sólo mostró volados sin mucho peligro. Fue en el quinto asalto que Sasaki besó la lona, ya presentaba rasgos inflamados y parecía cuestión de tiempo para que cayera por completo.
Al siguiente episodio estallaron los gritos de “¡México!, ¡México!” de los aficionados que olían el nocaut que nunca llegó. El japonés, con un nuevo sangrado, empezó a respirar por la boca ya para el octavo, pero manteniéndose en pie ante el pugilista nacional que también jalaba un poco de aire. En la lectura de tarjetas, de nuevo a favor del mochiteco.
Llegaron dos resbalones para ambos pugilistas en el noveno asalto. Primero fue el japonés, luego el mexicano, pero en ambos el réferi les limpió los guantes. Sasaki, como en gran parte de la pelea, se dedicó a burlarse sin recato de los ataques de un Soto superior.
Para el undécimo round, el japonés se lanzó, de forma mal intencionada y, con su rodilla chocó la del mexicano. Soto cayó de inmediato, el doctor tuvo que entrar para atenderlo en el ring, y, en seguida, determinó que no podía continuar. El réferi decidió parar la pelea y dar paso a las tarjetas. En la lectura de estas (100-88, 99-89 y 99-89), los jueces legitimaron su victoria, su cuarta exitosa defensa.
El Universal
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